Ampliando horizontes

Un día leyendo el blog de galletas de ante, al cual le tengo especial cariño, para qué negarlo, leí, que Mer, la dueña del blog, decía algo así como que muchas veces, siempre acostumbrados a mirar hacia el frente, se nos escapan pequeñas cosas interesantes que están a nuestro alrededor, en concreto ella animaba a ver hacia arriba, donde está el cielo, donde hay terrazas maravillosas, donde se encuentran las ilusiones ¡arriba!, ese post se me quedó grabado y digamos que desde entonces, no soy una posea del ¡arriba, arriba! pero sí,  digamos, que he ampliado mis "horizontes", no solo arriba sino abajo, donde también se pueden encontrar cosas asombrosas, pies que pisan con fuerza, que caminan, que se encuentran, pero también nos encontramos maravillas si pegamos un vistazo hacia los lados,luz que brilla con luz, aire que acaricia tu cara, y mar que huele a libertad. 

Imágenes de: Alexandra Fernández

Lo que se ve cuando se pasea

Redondela es un pueblo pequeño, para alguno enormemente feo, para otros un lugar sin más, para mí el lugar donde me tocó vivir y por lo tanto crecer, conocer a mis amigos, a mí, aprender, sonreír y también por qué no decirlo, llorar,  por lo que no me queda más remedio que guardarle especial cariño.

Especial cariño, le guardo a un paseo que visito con bastante asiduidad, por su camino serpenteante, por su olor a mar, por su sonido a pájaros, por ser el lugar donde corro, por que nunca falta su pareja de enamorados o de ancianos agarrados de la mano o charlando o simplemente caminando, porque por ese paseo todo el mundo parece feliz y ¿sino? se va a él para que le alegre un poco la cara.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras.

Pues eso. 

Imágenes de: Alexandra Fernández 

Momentos memorables

Viví un verano más que especial... paseos tardíos que he aprovechado al máximo, mañanas soleadas en las que sales a correr con una sonrisa en la cara, música en tus oídos y el bienestar del deporte, que no experimentaba desde tiempos inmemoriales, bonitos momentos con la familia, comida de mamá eternamente rica, regalos especiales que no puedes dejar de disfrutar, días soleados, luz en la cara, pies en la arena, baños hasta el atardecer, risas amiguiles interminables, conversaciones hasta las tantas, reencuentros inesperados pero muy esperados, cumpleaños llenos de ilusión, niños a los que enseñas y con los que aprendes. 

Verano eterno que vino y parece no querer irse, y por mí ¡qué se quede! que se quede y que se prolongue hasta el infinito, con frío o con lluvia, con Papá Noel, o con las primeras flores. 

Un verano que he memorizado... cada una de sus esquinas, de sus momentos, de su tiempo.

Me despido de agosto, pero no de lo que me ha proporcionado. 

Imágenes de: Alexandra Fernández

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Maderas de oriente. Maquillaje con sabor a antiguo

Maderas de Oriente es una línea de maquillajes que nace en 1919 inspirándose en la mágia del mundo exótico.
Yo, personalemente, uso maderas de Oriente desde que tenía 19 años, ignorando esa inspiración exótica y mágica, no recuerdo muy bien como llegó a mí. Y es que además de su textura y olor, que son muy característicos, en realidad este maquillaje guarda un significado un tanto mayor para mí.
Este ya lo usaba mi abuela en sus años mozos, todavía recuerdo cómo se le iluminó la cara al verme la cajita de polvos, acto seguido me dijo que le comprase otro para ella, simplemente para tenerlo de recuerdo, recuerdos de juventud, y tal vez sea por el simple recuerdo hacía ella, por su cara de ilusión o por seguir la tradición también seguida por mi madre, pero desde ese momento no he dejado de comprarme este producto.


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Imagen de: Nefretadas