Las vacaciones llegaron tarde, pero llegaron, al igual que el otoño, al igual que la lluvia incesante que golpea nuestras ventanas sin dejarnos ya descanso, aunque a pesar de todo tiene su encanto. Tardes soñadas, en las que no te apetece otra cosa más, que una manta, un libro una peli y por supuesto... buena compañía. Tardes otoñales, que ayudan a la melancolía, sana en este caso, de unas vacaciones tardías pero disfrutadas.
Visitas prometidas desde años que se han cumplido en las tierras Vallisoletanas, paisajes de impresión, inolvidables, infinitos, salitrosos, naturales, ficticio-reales, que hemos podido vivir en tierras cántabras. Una tierra de la que se vuelve enamorada y a la que se vuelve de nuevo.
Unas vacaciones con las que no soñabas y que ahora recuerdas mientras sueñas.
|
Valladolid |
|
Valladolid |
|
Valladolid |
|
Segovia |
|
Comillas |
|
Cementerio magestuoso de Comillas |
|
Cóbreces, un lugar del que vuelvo más que enamorada |
|
Cóbreces |
|
Cóbreces |
Bye Bye vacaciones. ha sido un enorme placer.
Imágenes de: Alexandra Fernández y J.
No hay comentarios:
Publicar un comentario